Bueno, llevo unos días sin escribir nada, lo cual no quiere decir que no le siga dedicando tiempo a esto.
Como viene siendo habitual y, entiendo que lo seguirá siendo durante un tiempo, pensando en la ruta y los ingresos.
Respecto a la ruta, por lo que he podido ver en la web del ministerio de asuntos exteriores, no debería haber excesivos problemas con los visados hasta Kazajstán. Por otra parte, cruzar Ucrania, Rusia por Volgogrado y Kazajstán, arroja una mayor seguridad que la opción de Turquía, Irán y Afganistan... cierto es que, tras andar leyendo alguna novela histórica (sí, se de sus limitaciones) sobre las Guerras Médicas, mi interés por el antiguo reino de Persia es alto... pero bueno, seguir vivo también llama mi atención. Lamentaré también no pasar por Egipto, perderme esa cultura y monumentos es algo que no tengo muy claro si me lo podré perdonar, pero supongo que siempre podré volver como turista en lugar de como viajero.
En cuanto al dinero, cada día se me ocurre una tontería distinta para conseguir autofinanciarme. Las dos última son, juegos de poker por internet (en persona, en mitad de ninguna parte, aún me da respeto) y aprender diseño gráfico y trabajar como freelance mientras viajo. Los problemas de esto, empezando por el diseño gráfico... no se diseño gráfico, y no creo que lo aprenda en un corto periodo de tiempo, además del hecho de que el equipo informático que cargue conmigo no brillará por su potencia. Respecto al poker, obviando el hecho de que no se si soy bueno o no, está el problema de: a) la conexión a internet y; b) por donde quiera que lea suelen ser necesarias horas de dedicación diarias, lo que ralentizaría mucho mi viaje, además de que tendría que obtener ganancias para cubrir la posible conexión inalámbrica.
Hay también otro problemilla en el horizonte. Y es que no tengo el apoyo de mi familia. Lo entiendo, se preocupan por mi y, sin que te apasione este tipo de viajes, ves de un modo mucho más racional los inconvenientes que como los pueda ver yo. Soy consciente de que lo veo todo a través de un cristal deformado y por eso no rehuyo ninguna de estas conversaciones. También se que ellos no pueden saber lo que siento, y por eso tampoco tomo acepto como plenamente válidas sus opiniones. Hay que buscar un equilibrio, pero he de reconocer que ahora mismo no es mi momento más equilibrado.