miércoles, 15 de mayo de 2013

Primer test

Para quedarme en el campground de Chikaloon se dieron un par de circunstancias. Por un lado estaba ya cansado y aquel lugar en medio de la nada parecía bastante bonito, dominado por la Mountain King (aunque en aquel momento no sabía como se llamaba); por otro lado una señora que resultó ser la dueña del campground me indicó que aunque estaba cerrado podía quedarme en él si quería, advirtiéndome que la siguiente zona de acampada quedaba a una media hora en coche y con cuestas pronunciadas.

Foto original aquí
Así que allí me quedé pasando una noche bastante agradable.

Con lo que no contaba era con lo exacto de sus palabras. Apenas con tiempo para calentar comenzó un arduo ascenso, con continuas subidas y pequeñas bajadas que se prolongó por lo que me parecieron unos eternos 20 km. Como no podía ser de otro modo, el viento, obviamente, venía de frente. Por suerte para mi, el día estaba despejado y la ruta, a pesar de lo duro, era realmente bonita con lo que no perdí en ningún momento el ánimo
Poco a poco, y parando por cualquier motivo (y si no lo había me paraba igual), conseguí cruzar el paso.

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Glaciar Matanuska
A pesar de la cantidad de ríos y nieve que uno se encuentra, disponer de agua potable puede ser un pequeño problema. De modo que cuando uno encuentra una oportunidad para rellenar cantimploras no la desaprovecha. En este caso es en la Iglesia de Glacier View, que disfruta de unas impresionantes vistas del Glaciar de Matanuska, donde Carmen, de madre sueca y padre alemán, está limpiando las puertas. No sólo me da el agua que le pido, sino que además me calienta un Cinamon Roll exquisito que me da fuerzas para la pared que me advierte que se me avecina. Buena gente que uno se tropieza...



Repuesto de fuerzas y agua comienzo el descenso hacia el glaciar, teniendo como objetivo el campground "Café Glaciar View". Ciertamente era una pared y esfuerzo y un par de reniegos me costó llegar hasta él, pero viendo el panorama que me encontré al llegar pensé que en cualquier lado podía encontrar un sitio donde montar mi tienda... craso error. En los siguientes kilómetros pocos sitios pude ver que reuniesen las condiciones adecuadas (ligeramente despejado, no nevado, plano y, sobre todo, sin huellas de oso por todos lados). Así que las fuerzas me van abandonando y para colmo empieza a llover, por suerte, cuando la desesperación comienza a aparecer veo a lo lejos un tejado que resulta ser el Mountain Sheep Lodge donde por unos económicos 99$/noche puedo disfrutar de dos camas king size en el calor de una cabaña.