Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de mayo de 2013

El equipo II. La locomotora

La pregunta que normalmente ha quedado sin formularse pero que, por las miradas que he sabido ver, más han intrigado ha sido si me encontraba en forma como para hacer esto. La respuesta es que no, pero…

Siempre hay un "pero". La cuestión, en realidad, es doble. Físicamente no estoy preparado pero, salvo que me vaya la vida en hacer 200 km en un único día durante la primera semana, no tiene mayor importancia mientras me sepa dosificar. Durante las dos primeras semanas mi ritmo deberá ser todo lo relajado que pueda, jornadas de 50 km aproximadamente, con frecuentes descansos, hidratación y alimentación. Hay en mi cuerpo 3 años de sedentarismo que han dejado sus huellas. Estas son, básicamente, 93kg de peso, para 179 cm de altura, con una masa grasa de aproximadamente el 30% (báscula de impedancia), lo que hace que, a la altura de mi ombligo, mi perímetro sea de 105 cm. Lo que podría llamar un "tocinete standard".

Tocinete
En su trono.
Pero como decía, la cuestión es doble, y si bien físicamente esto no debería tener ningún recorrido, la clave estará en mi estabilidad psicológica. Si consigo mantenerme animado, positivo, si disfruto del viaje, de la experiencia, el físico no será ningún problema porque, al fin y al cabo, no tengo otra cosa que hacer que pedalear en todo el día, y 50 km es poca distancia para viajar en bicicleta, así que la forma física se irá construyendo a lo largo del primer mes. El problema llegará con 10 días seguidos de viento en contra, lluvia y frío, soledad y hambre. Entonces todo se hará cuesta arriba, uno empezará a preguntarse que hace allí y en que momento cometió el error de pensar que podía ser una buena idea.


Punto y aparte de todo esto es el tema de las vacunas, a saber:
Cartilla de vacunación
- Rabia. 3 dosis, en caso de estar expuesto son necesarias dos dosis adicionales. Si bien no son imprescindibles sí son recomendables ya que tienen el valor añadido de cubrirte ante la rabia por unos 10 años.
- Cólera. 3 dosis, no inyectadas.
- Hepatitis: 1 dosis, inyectada.
- Fiebre amarilla: una dosis, inyectada. Esta vacuna es obligatoria para acceder a determinados países si provienes de zona de influencia de esta enfermedad.
- Malaria: una dosis diaria, comenzando un día antes de la entrada en la zona de influencia y finalizando el tratamiento cuatro semanas después de abandonar esta zona. Dado que el vector es un mosquito es muy recomendable el uso de repelentes y mosquiteras.
- Fiebre tifoidea: 3 dosis, oral.

En Málaga, el centro de vacunación está en el Muelle 1, contando con un magnífico equipo de personas. Así que si vais a viajar, acudid con tiempo suficiente para informados, ya que algunas de estas vacunas requieren un mínimo de 3 semanas en su dosificación.

El equipo I. Locomoción

Inicio una serie de entradas donde contaré que equipo voy a llevarme para iniciar el viaje. Y digo "voy a llevarme" porque será en la propia marcha cuando vaya ajustando el equipo en función a las necesidades que me vayan surgiendo y a las carencias que el material de que disponga vaya dejando.


Como no podría ser de otro modo, hay que empezar por la señora Cleta.

cicloturismo, bicicleta, portugal
Dña Cleta descansando en Portugal
Una Fuji Tahoe 1.0, cuyas características más reseñables son: 2 ruedas,1 manillar, 1 potro de tortura también conocido como sillín y 2 elementos de propulsión o pedales. Más allá de esto, pues podemos decir que cuenta con suspensión delantera, Dart III con bloqueo al manillar; freno de disco hidráulico (Shimano XT) en ambas ruedas; el grupo de transmisión es Shimano Deore XT 3-9 (y sí, ya he intentado pasar el plato a piñón, pero no se puede). En definitiva, es una mountain-bike con 5 añitos que ya me ha demostrado que puede hacer todo lo que yo sea capaz de exigirle y mucho más, peeeero, no es una bici específica para cicloturismo, la geometría del cuadro obliga a permanecer en una posición un tanto "agresiva" para permanecer muchas horas sobre la misma, por lo cual, y para tratar de adaptarla un poco mejor al viaje se le han realizado un par de añadidos:

- Potencia regulable: no es la mejor solución para elevar el manillar, pero es la que tenía a mano. Si al final me da problemas pues tendré que realizar los cambios pertinentes, que consistirán en buscarme una potencia fija elevada; o cambiar el manillar por uno de mariposa.
NewImage

Ciertamente el manillar de mariposa, por las referencias que uno puede leer en la web, ofrece una mayor versatilidad y comodidad que el manillar clásico ya que permite adoptar distintas posturas, lo que redunda en el descanso de trapecio, lumbares y tríceps, pero he preferido empezar con algo ya conocido y probado.


- Puños ergonómicos: Muy cómodos, mucho. Permiten un buen descanso de la palma de la mano y el agarre de los clásicos acoples para darle un poco de brío a la subida.

Pasando a quienes serán mis pies por esos caminos perdidos de la mano de Dios, me desdigo de lo que hace unas líneas he dicho. He montado unos Schwalbe Marathon Plus, de 26x1,75 (para aquellos que no tengan ni idea de bicicletas, Schwalbe es un marca de neumáticos para ciclismo, siendo Marathon Plus el modelo más usado para cicloturismo, 26x1,75 es el diámetro de la rueda en pulgadas y 1,75 el balón del neumático).
NewImage
Por lo que los expertos en la materia comentan, 10.000 km suele ser la distancia a la cual estos neumáticos se han de cambiar, cuando la norma general está en los 4/5.000 km. Además se montan con esa bandida azul que se ve en la infografía y que es un sistema antipinchazos estupendo (más les vale, con lo que cuesta cada ruedecita).

Me decanté por neumáticos relativamente estrechos y de poco taqueado ya que espero que la mayor parte de mi recorrido sea por carreteras o pistas de tierra, y así consigo un buen equilibrio entre estabilidad-adherencia-ligereza. Si me termino metiendo en una trialera es que me he perdido mucho.



Para el transporte del equipaje he optado por un sistema doble: remolque y alforjas.
NewImage
El remolque es el más que testeado BOB Yak. Junto a su hermano el BOB Ibex (con suspensión) han cruzado llanuras, montañas, desiertos y valles. La construcción es sólida, con el mínimo número de soldaduras posibles y estas hechas a conciencia. El único incidente que he leído sobre el mismo fue que la parrilla donde se coloca la bolsa se soltó, y dentro de todo lo que puede pasar esto se arregla con unas cuantas bridas hasta que uno llegue a un herrero que lo suelde de nuevo. Porque su construcción es de bendito acero, mucho más sencillo de soldar que el aluminio (y ahora soy experto en soldaduras).

Las alforjas van colocadas sobre un transportín sobre la rueda trasera. Es el mismo que he utilizado en la vuelta a Irlanda y varios Caminos de Santiago. Su única pega es que no es especifico para frenos de disco y eso hace que de tarde en tarde me toque comprobar que ninguno de los tornillos me va a dar un susto. No obstante no es mi intención cargar las alforjas como apenas ningún peso. La distribución más probable es que una de ellas se use para la ropa sucia y la otra para la comida (espero no confundirme). Por cierto, las alforjas no son las célebres Ortilieb aunque ganas no me han faltado, pero la verdad es que se me iban del presupuesto y visto el uso residual que pienso dispensarles no me parecía que justificasen el gasto.

Antes mencionaba el sillín, y dadas las horas que pasaré sobre él, no es tema para tomar a la ligera. Mucho leí sobre el tema y recurrentemente llegaba a los célebres sillines Brooks. Es tanta la gente que los usa que da la impresión que cuando llegue a un bar de viajeros después de terminar el viaje no me dejarán entrar por no calzar uno de estos. Se dice de ellos que consiguen hacerte llorar durante los primeros
NewImage
500/600 km, pero que a partir de ahí todo es un placer. El sillín está hecho en cuero y el secreto no parece ser otro que darle la forma de nuestras posaderas a fuerza de uso y cremas (al sillín). Sin embargo, tres han sido los detalles que me hicieron desistir: 1. su precio está en torno a los 120€; 2. requiere de mantenimiento, dándole cremita cuando lo usas, cubriéndolo cuando llueve, y poco más, pero lo cierto es que me conozco y dudo que lo cuidase como es debido; 3. mi propio sillín es un buen sillín. WTB Shadow con su feliz hendidura prostática, cuenta con la ligereza y rigidez suficiente como para hacerme llorar más allá de esos 600 km.

Próximas entradas el cacharrerío tecnológico y los aperos de supervivencia.

Un saludo.

domingo, 14 de abril de 2013

F.A.Q.

Bien, a estas alturas creo que todo el mundo que tiene que saber que me voy, ya lo sabe. Esto es, me han hecho varias veces las mismas preguntas, las obvias, claro; aquí un resumen de las mismas.

- ¿Desde cuando llevas con esto en la cabeza?
Pues hace ya varios años, supongo que el primer camino de Santiago lo despertó y el viaje a través de Alemania lo confirmó. Después vinieron más caminos e Irlanda.

- Vaya aventura, ¿no?
Mmmm, pues supongo que sí. Aunque mi impresión es que la aventura consiste en realidad en dejar de hacer lo que siempre se ha hecho. Dejar la seguridad del trabajo y la rutina. Exponerse al que dirán y pensarán. Más allá de eso, será darle a los pedales, dormir algo incómodo y comer lo que yo cocine. De cualquier modo, viajo a zonas civilizadas, quiero decir, si tengo un mal día, saco la tarjeta de crédito y obtengo cualquier comodidad que pudiera querer o necesitar. Aventura es quien cruza Mongolia, Africa y zonas similares… hasta allí no llega el largo brazo de VISA.

- ¿Y con la que está cayendo dejas el trabajo?
Pues sí. Reconozco que es uno de los mayores miedos. Volver y no ser capaz de encontrar un trabajo con la actual situación del mercado laboral. Pero he de reconocer que si no fuese ese mi miedo, habría otro que lo reemplazaría; por eso creo que he preferido no darle demasiadas vueltas a mis miedos, vaya a ser que me quede prisionero de ellos (¿habré confundido miedos con sentido común?). Pero lo cierto es que si miro el vaso medio lleno, quizás este tiempo me de un enfoque distinto de lo que quiero hacer, de lo que puedo hacer. Además, de este viaje puede resultar un valor añadido, más allá del idioma, por el conocimiento que pueda adquirir de distintos países, culturas, etc. Supongo que lo veré en el propio camino.

-¿Y qué dice tu pareja?
Normalmente me hacen esta pregunta a mi porque no la pillan a mi lado.
Pues no es la persona más feliz del mundo, eso es normal, pero me está apoyando enormemente. De otro modo todo esto sería infinitamente más difícil para mi. Aún no tengo claro como agradecérselo.

-¿Cuanto tiempo va a durar el viaje?
No lo se, sinceramente. La ruta completa, Anchorage - Ushuaia, se podrían hacer aproximadamente en 12 meses; pero hay tal infinidad de circunstancias que es un cálculo muy aventurado. Así que, de 2 semanas a 2 años.

-¿Por que lo haces solo?
Respondo con una pregunta ¿te vendrías tú conmigo?. Más allá de esta respuesta, lo cierto es que, entre toda la gente que conozco no hay más de 5 personas con las que me embarcaría en un viaje así, aun cuando la compañía será de lejos el lujo que más añoraré. Son muchas horas, mucho días juntos. Con buenos y malos ratos. Tendría que encajar perfectamente con esta persona o de lo contrario terminaríamos con bastantes tensiones.

-¿Por que Alaska?
Lo cierto es que siempre que he fantaseado con este viaje el inicio estaba en la puerta de mi casa, pero uno de los miedos que tengo es que a las 2 semanas tenga un momento de bajón y quiera dejarlo. No es lo mismo estar a punto de cruzar la frontera con Canadá para decir "aquí me bajo" que andar a la altura de Barcelona. Estoy quemando mis barcos.

- ¿No te da miedo?
Ahora mismo mi principal miedo es el de querer rajarme a las dos semanas. Si lo dejo no quiero que sea porque haya dormido mal 3 días seguidos; debería ser porque no me llena como debería.

- Pues para hacer eso hay que tener un par de… pantalones.
¿De verdad? Pues ni se me pasa por la cabeza que mis pantalones sean tan grandes. Hay que tener unos buenos pantalones para ponérselos todos los días por la mañana y enfrentarse al panorama que tenemos en el país.

- ¿Cómo solventas el tema del dinero?
Pues tengo unos ahorrillos que me darán para comer pasta y arroz y de tarde en tarde una barrita de chocolate. Los lujos quedan excluidos de este viaje. Cocinaré mi comida y dormiré en mi tienda. Eso no quita que de tarde en tarde me de un gusto gastronómico local (al fin y al cabo la gastronomía es una parte fundamental de la cultura del país) y que duerma en una cama para variar. Viajo para divertirme, crecer, aprender y un montón de cosas más, pero no para purgar ningún pecado

¿Me dejo algo en el tintero? ¿Algo que quieras saber? En la casilla que tienes más abajo puedes preguntarme.

jueves, 28 de marzo de 2013

Primera salida con Bob

Primera salida con el que será mi infatigable compañero, el remolque Bob Yak. Adjunto una primera foto aunque más adelante le haré un reportaje más decente, que siempre hay alguien interesado en estos cacharreros.

fuji, bicicleta, remolque, bob yak, cicloturismo




























Como podréis ver por el enlace que os dejo más adelante, la salida de hoy ha sido corta y muy cómoda, pero siendo la primera prueba tampoco me iba a meter en mayores berenjenales. Su comportamiento es muy noble, te sigue donde vas, sin que haya notado movimientos laterales que me hayan desequilibrado. Quizás sea que la carga era liviana, unos 10/12 kg adicionales al remolque, pero no he notado esa sensación de tirar hacia atrás que muchas veces indican otros cicloturistas; lo que me hace pensar que probablemente será porque no he metido ni la más mínima cuesta… todo se andará. Tampoco me he visto obligado a realizar ningún frenazo brusco, pero no es lo que más me preocupa, ya que no tengo en mente superar los 50 km/h habituales y en los que los frenos de disco se comportan muy bien (¿50 km/h?, quería decir 10 km/h).

Respecto al enlace que os dejo a continuación, empecemos con aclarar que mi estado de forma actual es deprimente, y que en este mes debo mejorarlo, pero también tengo claro que será en la propia ruta donde termine de afinarme.

Move Ciclismo 28.3.2013 de Leferndo - Move de Movescount.com

Hasta más ver!!

viernes, 22 de marzo de 2013

La ruta

En post anteriores ya he ido dejando caer algunas pinceladas sobre la posible ruta que siga. Grosso modo, ya que no hay otra forma, la intención es volar a Alaska, Ancorage, dirigirme al noreste dirección Fairbanks y después tornar hacia el sur, entrando a Canadá por Yukón y siguiendo por la British Columbia.

Parte de esta ruta discurrirá por la Alaska Hihgway, la cual se construyó a toda prisa durante la Segunda Guerra Mundial a fin de defender el territorio de Alaska de ¿quien?… supongo que de un ataque japonés o incluso ruso, la mano de Hitler no era tan larga. Como curiosidad, mencionar que esta carretera está construida sobre el permafrost, por lo que ha de ser reparada continuamente, y con mayor frecuencia actualmente, derivado de los procesos del llamado calentamiento global (que a Monachil no llega, se pongan como se pongan).


Alaska Highway
Probablemente me deje caer hasta Edmonton, y la duda está en si pasaré o no por Vancouver, pero lo que si tengo claro es que los EEUU los haré por el medio oeste (al menos yo voy a llamarlo así) pasando por las Rocosas, paralelo al Pacífico.

Como siempre, surgen las dudas, ya que un medio como la bicicleta, dentro de sus grandes ventajas, tiene ciertas limitaciones, por ejemplo ¿voy a ver el Cañón del Colorado o San Francisco? Sí, ya se, "ve a ver los dos", pero la cuestión es que, si bien puedo hacer esto una vez, no puedo hacer de ello una tónica general. Es decir, esto no es una carrera, pero tampoco tengo ahora mismo en la cabeza el eternizarlo… además, que esto no es gratis, y el presupuesto es una de las preocupaciones con las que tendré que lidiar.

De un modo u otro, saldré de los EEUU por México, y aquí, en teoría y según las noticias, la fama, y la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, empieza una parte del viaje que, sobre el papel, debería ser peligrosa; sin embargo, a poco que uno se para a leer blogs de gente que ha realizado viajes similares por regiones calificadas como de riesgo (Afganistán, Irán, China, etc), suele encontrarse con cálidas acogidas y una sensación de hermandad difícil de encontrar en nuestro primer mundo.

Para no aburrir demasiado, os dejo una pequeña tabla orientativa del recorrido. Os llamo la atención sobre la columna PIBpc/España, en la que se pretende comparar la relación que hay entre la renta per capita de los distintos países con la española, para dar una idea aproximada de las diferencias que existen entre países; de este modo los EEUU y Canadá son notoriamente más caros que España pero, si bajamos a Centroamérica, países como El Salvador o Honduras, presentan un desfase con respecto a nosotros de hasta un 96%… demos gracias al señor, esté donde esté, de que estos países tienen una población muy limitada y en los que la población, probablemente esté más ocupada en resolver problemas más inmediatos, porque si no iban a estar cabreados, muy cabreados (esperemos que no lo quieran pagar con este humilde viajero).

Paridad, poder, adquisitivo, paises, america














Pd. No se como montármelo aún para pasar por Iguazú ¿ideas?

jueves, 21 de marzo de 2013

La visa a los EEUU


Empecemos porque no he andado muy fino últimamente. Tan poco fino como para haber comprado el billete de avión antes siquiera de haber comprobado detallada y minuciosamente los requisitos para el visado de entrada a los Estados Unidos. Mi error, haber pensado que como no pasaría 90 días seguidos en los EEUU ya que entraría y saldría de Canada, eso me permitía permanecer en el país con la visa normal de turista.


Ok, breve clase de visados para EEUU para no liarnos.

Si te coges tu avión, ida y vuelta a New York para hacer tus compritas porque el dolar está muy barato (osea, que quiero mis Manolo´s, chica!!) pues tu agencia de viajes te lo gestiona a través de un acuerdo que tienen los EEUU con 36 países (VWP) por el cual, con tu pasaporte electrónico, puedes estar 90 días sin tener que solicitar un visado de turista.

Peeeeeero, tate quieto, que si lo que quieres es hacer el indio, aterrizar en Chicago, coger una Harley y bajar por la ruta 66 hasta Los Angeles y cruzar a México para quitarte el polvo en sus paradisíacas playas entonces necesitas el visado B2 de rigor... bueno, si quieres ser mínimamente legal y no arriesgarte a que te impidan la entrada por los próximos 10 añitos en el país.
Así que, a por el visado B2, te va a costar la tontuna cantidad de 120 €, un paseo a Madrid y perder unas 3 horas en la embajada. Por cierto, si te lo deniegan, olvida los 120 €.

Bueno, finalmente parece que lo he obtenido, aunque hasta que no lo vea impreso en mi pasaporte no me quedaré tranquilo... pero tampoco del todo tranquilo porque aun me quedarán dos barreras por superar. Empezando por la última, el oficial de inmigración del aeropuerto de destino tiene la capacidad, no recurrible, de enviarte de vuelta si lo estima conveniente, inclusive aunque tengas la visa estampada en tu pasaporte (supongo que esto será bastante inusual, y obedecerá a causas de "fuerza mayor" como que el turista entre formando bronca, tenga una actitud sospechosa, etc).

Lo que nos lleva a la barrera número 1. Como los de las compañías aéreas saben esto, suele ser habitual que te obliguen a comprar un carísimo billete de vuelta, so pena de no dejarte embarcar, eso sí, cancelable ¿gratuitamente?

Es decir, a las malas te puedes encontrar en el aeropuerto, comprando un billete de vuelta de 2000€ mínimo, cruzar los dedos durante 14 horas de vuelo para que el oficial de aduana te mande de vuelta y entonces... no estas donde deberías estar, llevas 30 horas de vuelos, y eres unos 2000€ más pobre.

Virgencita, virgencita.

Reloading


Bueno, parece que no he cumplido mis propias palabras... aquello de llevar una suerte de diario sobre como ha ido evolucionando todo en mi vida para traerme hasta este momento. Quizás debí haberlo previsto, quizás lo preví; pero claro, si bien reconozco que la constancia no es una de mis virtudes, el creer de forma patológica que "esta vez sí", sí que es uno de mis defectos.

En fin, aquí estoy, han pasado muchas cosas en estos tres años, o quizás en realidad no han pasado tantas salvo en los últimos meses. En general todo ha seguido más o menos igual, mismo trabajo, misma ciudad, misma ruina económica... quizás la palabra "misma" haya sido un determinante en el que no me había parado a pensar (cuidado, no quiero decir que sea un defensor del cambio por el cambio, como se suele decir "si funciona, no lo toques"). Y, por supuesto, la misma idea de siempre en la cabeza... pero no hace demasiado algo se rompió en mi, a día de hoy, sin la adecuada perspectiva, quiero pensar que el estrés acumulado en el trabajo me ha roto, y ciertamente he pasado una época con un estrés más elevado del habitual, al que se le unían los típicos añadidos: angustia, ansiedad, dificultades de concentración, sueños repetitivos, etc. Hasta que no aguanté más. Me até la manta a la cabeza, compré un billete de ida a Alaska y lo dejé todo atrás.

Bueno, lo estoy dejando todo, porque todavía no he despegado, claro.

Una vez tomé la decisión me quedaba el trago de contarlo a familiares, amigos, pareja, etc. Ha sido extraño, esperaba, determinadas reacciones de determinadas personas. Creía saber quien me iba a animar incondicionalmente, y quien me iba a decir que estaba loco... pues me equivoqué bastante. No se exactamente porque, no se si es porque he estado hablando de esto durante los últimos 5 años, o porque me han visto totalmente quemado desde hace bastante tiempo, o quizás será por el ambiente general de depresión que corre por el país; o quizás por todo ello a la vez, pero lo cierto es que el comentario más repetido ha sido "que envidia", lo cual me ha dejado bastante cuajado, sobre todo viniendo de determinadas personas.

El otro día comentaba esto de la envidia, y tuve una de esas epifanías grandilocuentes producto de aquel jarrón que me rompieron en la cabeza de pequeño, y creo que en realidad la gente no me tiene envidia por el viaje porque ¿quien tendría envidia del panorama de dormir en el suelo durante un año?¿pasar frío y hambre?¿sed y cansancio? ¿sufrir los rigores del camino y los peligros de depende que destino? No, en realidad la envidia viene porque voy a cumplir un sueño, y todos tenemos uno, pero por las circunstancias que sean no todos nos podemos lanzar a intentar cumplirlo.

Intentar, porque ahí está la clave en realidad, ¿no? Da igual si 2 semanas más tarde me doy cuenta que esto del cicloturismo lo tenía más idealizado de lo que creía, al menos lo intenté y me quité esa molesta espina de mi cabeza. Podré volver y tratar de retomar mi vida buscando el siguiente sueño a cumplir, porque de eso debería ir la vida, de cumplir sueños, propios y ajenos.

Ya he vuelto a desvariar.

Al jaleo, ya tengo el visado de EEUU (bueno, el amable oficial de la embajada me dijo que me llegaría aprobado en 4/5 días) y mi remolque BOB Yak, pero esto ya lo detallaré en otras entradas.

Hasta entonces, pasadlo bien.

domingo, 6 de junio de 2010

Poker face

Bueno, llevo unos días sin escribir nada, lo cual no quiere decir que no le siga dedicando tiempo a esto.

Como viene siendo habitual y, entiendo que lo seguirá siendo durante un tiempo, pensando en la ruta y los ingresos.

Respecto a la ruta, por lo que he podido ver en la web del ministerio de asuntos exteriores, no debería haber excesivos problemas con los visados hasta Kazajstán. Por otra parte, cruzar Ucrania, Rusia por Volgogrado y Kazajstán, arroja una mayor seguridad que la opción de Turquía, Irán y Afganistan... cierto es que, tras andar leyendo alguna novela histórica (sí, se de sus limitaciones) sobre las Guerras Médicas, mi interés por el antiguo reino de Persia es alto... pero bueno, seguir vivo también llama mi atención. Lamentaré también no pasar por Egipto, perderme esa cultura y monumentos es algo que no tengo muy claro si me lo podré perdonar, pero supongo que siempre podré volver como turista en lugar de como viajero.

En cuanto al dinero, cada día se me ocurre una tontería distinta para conseguir autofinanciarme. Las dos última son, juegos de poker por internet (en persona, en mitad de ninguna parte, aún me da respeto) y aprender diseño gráfico y trabajar como freelance mientras viajo. Los problemas de esto, empezando por el diseño gráfico... no se diseño gráfico, y no creo que lo aprenda en un corto periodo de tiempo, además del hecho de que el equipo informático que cargue conmigo no brillará por su potencia. Respecto al poker, obviando el hecho de que no se si soy bueno o no, está el problema de: a) la conexión a internet y; b) por donde quiera que lea suelen ser necesarias horas de dedicación diarias, lo que ralentizaría mucho mi viaje, además de que tendría que obtener ganancias para cubrir la posible conexión inalámbrica.

Hay también otro problemilla en el horizonte. Y es que no tengo el apoyo de mi familia. Lo entiendo, se preocupan por mi y, sin que te apasione este tipo de viajes, ves de un modo mucho más racional los inconvenientes que como los pueda ver yo. Soy consciente de que lo veo todo a través de un cristal deformado y por eso no rehuyo ninguna de estas conversaciones. También se que ellos no pueden saber lo que siento, y por eso tampoco tomo acepto como plenamente válidas sus opiniones. Hay que buscar un equilibrio, pero he de reconocer que ahora mismo no es mi momento más equilibrado.

martes, 25 de mayo de 2010

Referencias

La principal herramienta con la que cuento en la actualidad para planificar mi viaje es, obviamente, la red.

Poco a poco, me voy haciendo con una serie de links de los cuales creo que podré ir extrayendo información útil tanto para la planificación como para mantener el ánimo en continuar con la propia planificación. Sé que siempre se dice que planificar el viaje es anticipar la diversión, pero lo cierto es que nunca he estado demasiado de acuerdo con ello. Mi escasa experiencia, por terrenos que en ningún caso podríamos calificar como indómitos, me dice que la capacidad para asumir situaciones adversas es, con mucho, más importante que la mejor de las planificaciones.
No con ello quiero decir que no haya que planificar; menuda cara de idiota si llegas a una frontera y el único sitio para gestionar el visado es el consulado que te dejaste a 300 km atrás, pero más allá de eso, no habrá planificación que te diga que hacer si pinchas 5 veces bajo la lluvia, ni serás capaz de planificar todas las fuentes de agua potable a una semana vista.

Curiosamente, las webs de viajeros (iba a decir "otros viajeros" poniéndome a su nivel) que emprendieron a este u otros viajes no hacen un especial hincapié en la planificación. De cualquier modo, he dado con personajes que, de un modo u otro me llenan de admiración:

Jorge Sánchez, es un experimentado trotamundos que ha recorrido TODOS los países del planeta en al menos una ocasión.
Jose Guillermo Yepes, está dando la vuelta al mundo por continentes, llevando a niños bicicletas que son adquiridas por patrocinadores o por las donaciones que se hacen a través de su web.
El biciclown, lleva más de 2000 días repartiendo sonrisas allá donde sus ruedas le llevan.

No aspiro a llegar a estos niveles. Sólo quiero pedalear y conocer algo de mundo, pero lo cierto es que son una referencia, y leer sus webs no hace más que incrementar la picazón que siento para salir.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¿y por donde voy?

Definir la ruta es una de esas cosas que cualquiera calificaría de imprescindible y que a mi, personalmente, no me termina de preocupar. Supongo que es porque en mis viajes anteriores, fundamentalmente el de Alemania e Irlanda, la planificación fue virtualmente nula, y sin embargo me salieron bastante bien.

Soy consciente de "sutiles" diferencias, como que en cualquier zona europea el nivel de seguridad y cobertura ante cualquier incidente es enorme, siendo el mayor de los problemas el dormir bajo un puente. Pero también se que una planificación excesiva es algo totalmente absurdo, ya que los mil y un imprevistos que surgen hacen que un plan a más de 2 días vista pierda sentido.

A partir de aquí, he de pensar que tipo de ruta quiero seguir, es decir, si habrá alguna temática que me guíe, como por ejemplo, visitar los principales campos de batalla de la Historia, como las Ardenas, Termópilas, las navas de Tolosa y la llanura de Marathon; o simplemente dejarme llevar hacia el este, o noreste. A partir de aquí, y ahora empieza la planificación, habrá que controlar por los países que se pasará, si hay algún conflicto bélico, si son frecuentes los secuestros de extranjeros apestosos (lo de apestoso es por la bici, of course), y los requisitos administrativos a cumplir: lease visado, o como quieran llamarlo.

A este respecto leí que aquellos que salen de Israel hacia algún país árabe suelen pedir que no sellen el pasaporte para evitar problemas... pues mira tu que gracia, ¿no?

Ahora mismo, la ruta que viene a mi cabeza, se inicia en el sur de España, cruzar Europa, bajar por el Danubio hacia Grecia, cruzar Turquía, tomar hacia el norte y evitar Irán (aunque me atrae mucho ver la actual Persia, reino de los medos), Kazajistan, Uzbekistan, dirección China, cruzar su extremo occidental dirección sur para llegar a la India, y atravesando su norte dirigirme hacia la península Malasia. A partir de ahí, tomar un avión hacia sudamérica (ya se vería si pasando por Nueva Zelanda o no) y cruzar de sur a norte el continente americano (no se si ruta pacífica, atlántica o central) para volar de vuelta a casa desde Canadá.

domingo, 16 de mayo de 2010

Y los ingresos?

Una de las dudas que siempre he tenido y que no he sabido concretar sería como financiar mi día a día. Se que en un viaje de este tipo puedo gastar muy poco. En países europeos, con el coste de la vida aquí, supongo que podría tirar con unos 6 euros/día de media. En países menos desarrollados esto se tendría que recortar más aun.
Bueno, es una cifra baja, pero no es que tenga un colchón suficientemente fuerte para soportar un viaje así. Además, hay que reconocer que, parte de la gracia de esto está en poder buscarte el sustento en el día a día, si no, no pasaría de ser un turista algo más sudoroso que los demás.
Trabajar por donde vaya pasando implicaría un ritmo más lento en el viaje pero, al tiempo, acercarme más a los pueblos y culturas por donde pase. Ir a la carrera sería otro de esos errores que tendría que evitar. Ahora bien, volviendo al ingreso, ¿que podría hacer yo que cumpla los requisitos de inmediatez y portabilidad. Inmediato por cuanto la actividad que desarrolle deberá aportarme dinero en un breve espacio de tiempo. En el día a ser posible o, como mucho, a la semana. Y con portatil quiero decir que la actividad no debería depender de artilugios que yo pudiera llevar. En principio deberá depender de mis conocimientos y de mi fuerza... por desgracia, mis conocimientos, cuando el lenguaje no permita una comunicación fluida pasarán a perder gran parte de su valor, así que sólo me quedará mi fuerza.
Visto lo visto. Se me ocurre hacer de flautista y mendigar pero, reconozcámoslo, puedo ser expulsado de un país por atentar contra el noble arte de la música, o trabajar como jornalero en labores del campo.
Lo cierto es que hay una tercera vía de ingresos que convendría explorar. El sponsor o mejor dicho, LOS SPONSORS. Empresas que, por una cuestión de imagen de marca y repercusión social, decidan aportar materiales, servicios y/o dinero para la consecución de una aventura. Obviamente, para que estas empresas consideren la posibilidad de sponsorizarme deben ver un beneficio tangible, mensurable y, sobre todo, probable. Además, creo que ayudaría mucho que yo mismo contase con un objetivo definido como, por ejemplo, llamar la atención sobre la desertización del planeta, las diferencias de rentas en el mundo, etc. (lo cierto es que, escrito así, suena bastante ruin por mi parte ya que utilizo el supuesto objetivo como medio... pero bueno, escogería un objetivo en el que creyese, y si al final se obtiene un beneficio para el mismo... quizás el fin sí justifique los medios).
Creo que necesitaré una mano experta para estos menesteres, por suerte creo que conozco a la persona adecuada... jejeje, creo que si me descuido me obliga a hacerlo aún cuando quisiese "rajarme".

La inflexión

Todo, siempre, depende de la motivación. Ese famoso "querer es poder". Cierto es que lo más correcto sería "querer es ponerse a ello", porque el poder a veces se nos escapa... yo soy yo y mis circunstancias.
Por ello las circunstancias nos marcan. Y a mi me están marcando. Atrapado en un trabajo en el que no me siento cómodo, en el que, quizás juzgándome con dureza, no lo estoy haciendo todo lo bien que debería, que podría. Sintiéndome culpable por querer dejarlo, aun a sabiendas que la situación económica española no es para andar haciendo ascos a nada, y donde, además, soy bien valorado por mis compañeros...
Pero tengo dentro de mi esa ansiedad. El corazón atenazado. Y se que hay quien tiene problemas mucho mayores que los míos, y quien pensará que me quejo de vicio. Pero es lo que hay. Necesito salir, perderme por caminos sin fin. Sentir el viento en mi rostro, mis piernas agotadas, la extenuación que no te deja pensar en nada.
Ya he sentido eso. Es una dosis que me doy cada año. Pequeña a veces, poco más de una semana. En un par de ocasiones ha sido algo más "grande", cruzando Alemania de sur a norte, y bordeando la costa Irlandesa. Pero lo necesito.
Ahora me dicen en la empresa que el mes que viene me enviarán una semana al extranjero. Y no lo entendáis mal, encantado con ello, se que no pararé de trabajar en todo el día, pero también es una muestra de confianza... creo que merecen más de lo que pueda llegar a dar.
¿Me engaño a mi mismo? ¿Estoy "autodeprimiendome" porque así encontraré en mi una excusa para huir? Si es así cometeré un gravísimo error. Irreparable. Emprender un viaje así sin tener las motivaciones claras (buenas o malas, pero claras) hace que ante las dificultades que lleguen uno se empiece a preguntar que hace allí en lugar de estar en casa.
Ya dije que no me importa fracasar. Pero no así. Prefiero que llegue un día en el que no me apetezca subirme en una bici y subiéndome en un avión vuelva a España. Pero que no sea porque huí de nada, salvo quizás de una rutina de despachos y teléfonos, para caer en otra de pedales, caminos y pueblos.

sábado, 15 de mayo de 2010

Sobre una frustración

El miedo, ese fiel compañero que tantas veces nos ha salvado la vida; aquel que evitó que entrásemos en aquel oscuro callejón; que nos hizo mordernos la lengua cuando aquellos tres nos insultaron; que evitó que llevásemos a cabo el sueño de nuestra vida... esto, espera, vaya cambio, ¿no?.

Bien. Supongo que lo primero es reconocerlo. Después ya se verá lo que se hace. Tengo miedo. Mi sueño es perderme durante tres años dando la vuelta al mundo en mi bicicleta. Pero tengo miedo.

Pero, ¿miedo a que?. No es a caerme, ni a tener frío, no es miedo a no saber donde dormiré, ni a si tendré algo que llevarme a la boca mañana, no es miedo a la soledad, ni tan siquiera al fracaso; no temo rendirme y, desde la comodidad de mi casa, ni tan siquiera tengo miedo a no regresar.

Mi miedo es otro, y es precisamente a regresar. Después de tres o siete años por el mundo, ¿cómo me reincorporaré a la vida del común de los mortales? ¿podré o estaré siempre con la vista perdida en una lejana montaña? ¿podré encontrar un trabajo que me satisfaga? ¿habré perdido el tren de crear una familia?

Bien, creo que estoy en un punto de inflexión, y lo más probable (95%) es que esto no lleve a nada pero, por si acaso sí que lleva, me gustaría dejarlo documentado por una sencilla razón. Aquellos intrépidos que se lanzaron a hacerlo te cuentan el viaje pero, por lo general, no te han contado sus dudas y miedos previos. Si esto llegase a buen fin, espero que a alguien le sirvan mis experiencias antes de subirme al que sería mi viaje definitivo.